La inflación impacta significativamente la administración financiera de los negocios mexicanos, elevando costos y modificando la demanda. Para mitigar sus efectos, las empresas deben implementar estrategias efectivas, como el ajuste de precios, control de costos, diversificación y establecimiento de alianzas estratégicas, asegurando sostenibilidad y crecimiento en un entorno desafiante.